Preguntas frecuentes
Preguntas frecuentes
Esta Carta fue elaborada por organizaciones humanitarias y para ellas. Se aceptarán firmas de organizaciones sin fines de lucro (pertenecientes a la Cruz Roja o a la Media Luna Roja, ONG u organizaciones intergubernamentales) que presten asistencia o protección humanitarias. Asimismo, se aceptarán firmas de redes sin fines de lucro, grupos de reflexión (think tanks), consultorías o entidades académicas cuya principal función se centre en la labor humanitaria.
Varios Estados, gobiernos locales y regionales, organismos y departamentos gubernamentales (por ejemplo, las autoridades nacionales de gestión de desastres), así como fundaciones privadas, expresaron su deseo de apoyar la Carta. Cualquier organización de este tipo que desee expresar formalmente su apoyo podrá inscribirse como patrocinador y figurará públicamente en el sitio web de la Carta. El apoyo a la aplicación de la Carta es de vital importancia en varios aspectos. El respaldo en materia técnica y financiera es crucial para que los compromisos se transformen en acciones concretas. Los llamamientos para realizar una labor ambiciosa en todos los niveles a fin de reducir los riesgos y atender las causas y consecuencias de las crisis climática y ambiental son igual de importantes. Asimismo, se recibe de buen grado la elaboración de políticas relativas a donantes que estén en consonancia con la Carta.
No hay una fecha límite para la firma de la Carta. El período de firma es abierto: las organizaciones pueden firmar cuando estén listas para hacerlo.
La Carta no es un documento jurídicamente vinculante, sino una declaración de compromiso. Las organizaciones que adopten la Carta deberán comprometerse a responder a las crisis climática y ambiental, tanto a través de sus programas como en la manera en que trabajan. Se espera que, en el lapso de un año, las organizaciones transformen los compromisos de la Carta en objetivos y planes de acción sujetos a plazos concretos.
Las organizaciones que adopten la Carta deberán comprometerse a contar con objetivos específicos —objetivos nuevos, ya vigentes o ambos— que demuestren cómo se aplican los cambios por los cuales se lograrán reducciones reales de sus impactos ambientales. Cada organización tendrá sus propios objetivos específicos, en función de su magnitud y alcance, sus capacidades y su cometido. Es posible que la elaboración de esos objetivos lleve tiempo. Las organizaciones no están obligadas a definirlos antes de adoptar la Carta, sino que deberán, simplemente, comprometerse a hacerlo en el lapso de un año a partir de su firma.
Los objetivos deben fundamentarse en normas y acuerdos internacionales, como el Acuerdo de París, y basarse en la evidencia científica más reciente. Pueden representar pasos intermedios o metas a largo plazo. Podrán consultarse ejemplos de objetivos sugeridos en la sección Orientación.
Además de establecer los objetivos sugeridos, es fundamental intercambiar herramientas y conocimientos para que la Carta propicie resultados satisfactorios. Muchas organizaciones elaboraron herramientas que serán valiosas para el cumplimiento de los compromisos asumidos en la Carta. Es posible que deban desarrollarse otras herramientas, sobre todo en lo referido a la contabilización del carbono. Varias organizaciones ya se comprometieron a fomentar un amplio intercambio de las herramientas disponibles y a identificar posibles falencias y maneras de resolverlas. Podrán consultarse ejemplos de herramientas y recursos en la sección Orientación.
Para el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el hecho de responder a las crisis climática y ambiental es una prioridad, y lo es desde hace tiempo. En el marco de la XXXIII Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, celebrada en diciembre de 2019, el CICR, la Federación Internacional y varias Sociedades Nacionales se comprometieron no solo a adaptar sus formas de trabajo, sino también a elaborar una carta para apoyar y promover una mayor acción climática dentro de la comunidad humanitaria en general.
Si bien la Federación Internacional y el CICR funcionan como punto de referencia mediante la gestión de una base de datos de las organizaciones que adoptan la Carta, no habrá un mecanismo formal de seguimiento externo. Se espera que las propias organizaciones supervisen e informen acerca de sus propios avances.
